Perfil de Guillermo Pablo López Andrade

Aspirante a ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN)
  • Nombre completo: Guillermo Pablo López Andrade

  • Cargo actual: Abogado litigante, académico y consultor jurídico independiente

  • Entidad federativa de origen: Toluca, Estado de México

  • Especialidad(es): Derecho constitucional, derechos humanos, transparencia, acceso a la justicia

  • Vínculos políticos identificados:

    • No se identifican militancias partidistas

    • Participación en procesos constitucionales y reformas judiciales

    • Defensor de la autonomía del Poder Judicial y de la claridad institucional ante la sociedad

Formación Académica

  • Grado(s) académico(s):

    • Licenciatura en Derecho

    • Estudios avanzados en derecho internacional y derechos humanos

  • Universidad(es):

    • Información específica no disponible en línea, pero presume formación jurídica consolidada

  • Especializaciones:

    • Derecho constitucional

    • Derecho internacional de los derechos humanos

    • Control de convencionalidad

    • Litigación ante organismos internacionales

Trayectoria Profesional

  • Litigante y asesor constitucional independiente con experiencia en juicios de amparo y control de constitucionalidad

  • Participación en litigios estratégicos relacionados con prisión preventiva, derechos de personas con discapacidad y transparencia judicial

  • Académico y ponente en foros sobre interpretación constitucional, reformas judiciales, lenguaje ciudadano y control difuso

  • Propuestas presentadas en comparecencia ante el Senado:

    • Sentencias en lectura fácil

    • Audiencias públicas con argumentación científica

    • Reforma al reglamento de debates de la SCJN

    • Retención del talento técnico en la Corte

    • Aplicación de criterios de selección de casos al estilo “certiorari” (como en EE.UU.)

Guillermo Pablo López Andrade: el juez silencioso que debe responder al llamado del bien común

Guillermo Pablo López Andrade es, en términos prácticos, el modelo del juez institucional: disciplinado, profesional, sobrio, alejado de reflectores, y respetuoso del orden jurídico. Su carrera se ha desarrollado en la Judicatura y en el ámbito procesal y administrativo. En cada uno de sus cargos ha preferido el trabajo constante y metódico al protagonismo político o mediático.

En un país donde muchos utilizan el derecho para hacerse notar, López Andrade parece representar lo opuesto: alguien que cree que el juez no está para lucirse, sino para servir. Pero desde la virtud cristiana, esto solo es la base. El verdadero juicio comienza cuando esa sobriedad se pone a prueba frente a los grandes dilemas morales de nuestra época.


“El que es fiel en lo muy poco, también en lo mucho es fiel.” (Lucas 16:10)



⚖️ 1. ¿Está dispuesto a juzgar contra el poder que lo favorece?

Su trayectoria no muestra vínculos partidistas ni cercanía con el oficialismo ni con bloques opositores. Esto indica independencia profesional. Pero como ocurre con otros jueces institucionales, no se le conocen actos en los que haya desafiado al poder por defender una causa justa o una verdad incómoda.

Es decir: no parece servil, pero tampoco profético. Desde la virtud, esa zona intermedia debe resolverse: ¿será un ministro prudente o uno valiente?



📜 2. ¿Defiende la Constitución por encima de cualquier agenda política?

Sí. López Andrade ha demostrado respeto al marco legal y al debido proceso. No hay evidencia de que haya reinterpretado la ley para favorecer causas ideológicas o haya defendido “nuevos derechos” de origen cuestionable.

Esto lo convierte en un posible muro contra la manipulación jurídica al servicio de ideologías. En tiempos en los que se usa el lenguaje de derechos humanos para justificar injusticias, un juez con apego real al derecho positivo es necesario.



🧭 3. ¿Reconoce principios no negociables como la vida, la familia y la libertad de conciencia?

No se le conocen declaraciones públicas al respecto. No ha defendido la vida desde la concepción, ni ha emitido posturas sobre la familia natural o la ideología de género. Tampoco ha hablado sobre libertad religiosa o libertad de conciencia.

Este silencio puede ser estrategia profesional o falta de definición moral. Desde la virtud, la omisión en temas esenciales puede volverse complicidad. El juez que calla ante el aborto o ante la imposición ideológica no es neutral: está cediendo.


“A los tibios los vomitaré de mi boca.” (Apocalipsis 3:16)



🏛️ 4. ¿Ha servido o ha escalado?

Ha servido. Su ascenso ha sido progresivo y técnico. No hay señales de ambición desmedida ni de búsqueda de cargos como escalera política. Su trayectoria refleja vocación de servicio antes que ambición de poder, lo cual es una base indispensable para un cargo de tanta autoridad.



💬 5. ¿Promueve la paz o evade el conflicto?

Promueve la paz institucional. Su estilo es moderado, respetuoso, serio. No es un agitador, ni un ideólogo, ni un populista togado. Pero como hemos dicho antes, la paz sin verdad no es justicia. Su virtud debe expresarse no solo en la calma del lenguaje, sino en el coraje de sus decisiones.

¿Será capaz de votar contra leyes populares si son injustas? ¿Podrá defender la ley natural cuando la ley escrita se desvíe del bien común?



📌 Conclusión ética: ¿Es un candidato virtuoso?

Guillermo Pablo López Andrade es un candidato estable, sobrio, institucional y profesional. Tiene lo que muchos no: respeto al orden legal, disciplina, humildad y constancia. No hay ideología en su discurso, ni oportunismo en su trayectoria.

Pero como todos los jueces técnicos, su virtud solo se completará si abraza con claridad los principios fundamentales que todo juez justo debe defender: la vida, la verdad, la dignidad humana, la familia, la libertad interior.

Si lo hace, será un muro de justicia serena. Si no, será solo una figura correcta en un tribunal que necesita defensores, no burócratas.


“El que guarda la ley es hijo prudente.” (Proverbios 28:7)