Yasmín Esquivel logra que UNAM detenga investigación para determinar autoría de tesis; universidad acusa violación a autonomía

La magistrada Yasmín Esquivel Mossa logró que un juez ordenara a la UNAM suspender su investigación respecto a la auditoría de su tesis de licenciatura, alegando violaciones a sus derechos. La UNAM denunció esta resolución como una afrenta a su autonomía universitaria y expresó que el proceso fue obstaculizado desde el Poder Judicial.

⚖️ Análisis desde la Virtud y la Verdad

📌 1. Corrupción moral y relativismo académico

La presunta falsificación de una tesis —acto central de esta controversia— es mucho más que un problema administrativo o académico. Es un acto de mentira y usurpación, que viola la integridad personal y pública de quien lo comete.

La verdad no se negocia. Y mucho menos cuando se trata de la formación académica y el acceso a funciones de alto poder.

Una sociedad que tolera el plagio en sus más altos tribunales está cavando su propia tumba institucional. El relativismo moral que permite justificar o minimizar este tipo de faltas, destruye la noción de mérito, justicia y honor.

🛡️ 2. Autonomía universitaria y soberanía del bien común

La intervención del Poder Judicial para detener un proceso legítimo de auditoría académica pone en jaque un principio esencial: la autonomía de las instituciones formadoras de conciencia y criterio.

Cuando el poder judicial se vuelve refugio del corrupto, y la universidad se ve impedida de aplicar su propio criterio, se consuma una traición al bien común.

El Estado de Derecho no se sostiene si sus operadores usan las leyes como escudos para encubrir sus propias faltas.

✝️ 3. Desde la luz del cristianismo

Cristo enseñó: “El que es fiel en lo poco, también lo será en lo mucho; y el que es injusto en lo poco, también en lo mucho es injusto.” (Lucas 16:10). Si alguien falsea su origen académico, ¿cómo puede juzgar con rectitud los destinos de los ciudadanos?

La raíz del problema aquí es la falta de temor de Dios y de respeto a la verdad. Sin una ética trascendente, sin conciencia del juicio divino, cualquier sistema humano está expuesto a la mentira, al acomodo y al uso del poder como coartada.

🔥 4. El rostro del poder sin virtud

El caso Esquivel pone en evidencia un patrón común en las estructuras de poder actuales: la tendencia a usar cargos públicos como trincheras personales. No hay búsqueda de justicia, solo estrategias para blindar reputaciones e intereses.

El poder sin virtud es tiranía. Y el derecho sin verdad, mera manipulación.

El cristiano no está llamado a ser ingenuo, sino a ser justo. La denuncia del mal no es odio, es amor a la verdad y a la comunidad herida por la corrupción.

🏛️ Conclusión

Este caso es una fotografía de la decadencia institucional cuando se pierde el sentido moral. Pero también es una oportunidad para levantar la voz y recordar que:

• La integridad es la base de la autoridad.
• La verdad no se defiende solo con leyes, sino con hombres y mujeres dispuestos a perderlo todo, menos su alma.
• La universidad no es un espacio neutral: o forma ciudadanos virtuosos, o forma cómplices funcionales al poder corrupto.

“El que camina en integridad anda confiado; mas el que pervierte sus caminos será quebrantado.” — Proverbios 10:9